Yakusoku "promesa" (capítulo 4)

YAKUSOKU "PROMESA" - Capitulo 4

Autor: Saiikeiilove

Resumen: Massu y Tegoshi se hacen una promesa cuando eran unos niños, 20 años después vuelven a reencontrarse.

Pareja: Teggomass

Genero: Romantico, Drama
Advertencia: lemon en un futuro


Salió decidido del apartamento de Koyama en busca de ese chico que había sido tan grosero, ¡le exigiría una disculpa!  solo asi se quedaria tranquilo.

-¡Masuda-kun espera!- Koyama salió tras él intentando detenerle, así como Shige trató de calmar a su compañero de piso...

¿Asi que Masuda tenia ese tipo de personalidad? parecía una persona de lo más calmada, sonriente.. como si nada le afectara, pero lo cierto es que si algo le molestaba, no lo pasaba por alto.

-¿Donde vive?- le preguntó a Koyama una vez que estuvo en el pasillo.

-Espera Masuda-kun, será mejor que te calmes.. seguro que Nagisa no lo hizo con mala intención.- Keiichiro intentaba mediar, ¡no quería presenciar una pelea! 

Massu se giró a mirarle con cara de pocos amigos.. en ese momento Koyama dio un paso atrás asustado.

-Ha dicho que mi disfraz de calabaza es estúpido.. ¡cuando él iba disfrazado de chica!- si, ese niño había herido su orgullo al insultar el disfraz que había escogido para esa noche.

-Bueno eso... yo le presté el disfraz..- rió algo nervioso llevándose la mano tras la cabeza.. jamas hubiera imaginado que invitar a Nagisa a la fiesta le pudiera ocasionar un problema con el compañero de piso de Kato..

-Massu, ¿por qué no mejor pasas de él y volvemos a la fiesta?- le habló Shige acercándose a su lado. -es cierto que no debió hablarte así, pero...- por un segundo creyó que Massu se ablandaría, pero no fue así..

Masuda sonrió triunfante por un segundo; justo en la puerta del apartamento contiguo al de Koyama, habian dejado una cinta de color negra pillada entre el pasillo del edificio y el interior de la vivienda..

-Te tengo...- murmuró colocandose justo frente a la puerta de la que creía ser la casa de ese niñato.

-¿Y a tí como se te ocurre vestir a Nagisa-kun de chica? parecia una de verdad.- le regañó Shige mientras Massu tocaba a la puerta con insistencia.

-Porque se presentó sin disfraz y era el único que tenia..- le explicó algo nervioso, pero justo entonces, la puerta se abrió.

-¿Qué diablos quieres?- preguntó Tegoshi completamente cabreado al abrir la puerta.

-Qué te disculpes por lo de hace un momento.- le insistió Masuda completamente serio..

Yuya le miró sin poder creerlo.. ¿en serio ese idiota se había presentado en su casa solo para reclamarle una disculpa? ¡¡y lo peor que aun seguía vestido con es!!

-No.- fue a cerrar, pero entonces Massu empujó la puerta colándose en el apartamento. -¡oye! ¿qué demonios te pasa? es mi casa ¿sabes? ¡así que sal de aquí ahora!- le gritó aun con esas ojeras maquilladas a pesar de haberse cambiado de ropa.

-Te he dicho que te disculpes, asi que no me marcharé de aquí hasta que lo hagas.- se quedó frente a Tegoshi, este le miraba incrédulo, molesto.. y enseguida Koyama y Shige entraron intentando mediar.

-Koyama llévate a este tipo de mi casa.- le pidió enfadado a su vecino.. ¡él tenia la culpa!

-Eso intento pero...- miró a Massu.. realmente le estaba dando miedo.

-No me iré.- 

-¡Si que te vas!-

-¡He dicho que no hasta que te disculpes!- seguían discutiendo como un par de crios ante las miradas de Kato y Koyama que no daban crédito a lo que ocurría.

-¡Eres la persona más terca que he conocido!- 

-¡¡Y tu la  más orgullosa que he conocido yo!!- por un momento ambos se miraros quedando en silencio.. pero aquel silencio lo rompió una cajita que había caído al suelo...

Massu la habia tirado por accidente.. y  de ella rodó una piedrecita de color ámbar hasta sus pies. Se agachó a recogerla, y cuando lo hizo, abrió los ojos de par en par. Miró a Tegoshi... esos ojos... era imposible ¿verdad?

-Dame eso.- Yuya le quitó la piedra de las manos, había acabado de romperse.. -estupendo.. ¿estas satisfecho? esto era un recuerdo importante ¿sabes? y ahora está roto!- le gritó intentando aguantar sus lagrimas.. sentía rabia, impotencia.. tristeza incluso.

-Yo.. lo siento...- esta vez fue Masuda quien se disculpó, por algún motivo, ver a ese chico reaccionar asi por aquella piedra le hizo sentir como si algo se revolviera en su interior.

-Marchate por favor..- bajó la mirada apretando la piedra entre sus dedos..

Massu no dijo nada, solo salió de allí sintiéndose realmente mal por haber roto aquella piedra. ¿Aquello era una especie de tesoro para ese chico? sintió un escalofrío.. ¿esa era.. la misma piedra que él le había entregado a ese niño de su infancia 20 años atras?

-Siento mucho todo esto Nagisa...- Koyama se disculpó igualmente, pero Tegoshi solo desvió la mirada sin decirle nada.. asi que el mayor prefirió dejarle solo.

-Yo.. me marcho ya a casa...- les dijo cuando los tres quedaron fuera de ese pequeño apartamento.

-¿Te vas a ir?- le preguntó Shige algo preocupado por lo que acababa de ocurrir.

-Si.. pero tu aprovecha para estar con Koyama-kun, me ha caído muy bien.- le sonrió forzando un poco esa expresión en sus labios.

-Está bien.. vuelve con cuidado entonces.- 

-Lo haré, y gracias por invitarme Koyama-kun.- le sonrió igualmente, y despues de marchó de allí.

-No esperaba que ocurriera algo así.. Nagisa es un poco especial pero.. aun asi, sigue dándome algo de lastima..- murmuró Keiichiro mientras Massu se alejaba.

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Un rato más tarde, Massu llegó al apartamento que compartía con Shige sintiéndose algo confundido. Fue a su habitación quitándose ese disfraz.. dispuesto a darse una buena ducha antes de ir a la cama.

Dejó que el agua cayera sobre él y cerró los ojos. Todo lo ocurrido esa noche le daba vueltas en la cabeza; ese chico, esa piedra tan parecida a la que él 20 años atrás le había regalado a aquel niño del que se había enamorado.. esos ojos...

-No.. imposible..- se dijo a si mismo negando con la cabeza.

No podía ser que ese muchacho mal educado fuera aquel chiquillo adorable más pequeño que él.. ¡sobre todo porque ese chico no era nada adorable! pero ¿y esa piedra? se veia vieja, y para ese muchacho parecía tener cierto valor sentimental.

Acabó de ducharse y salió del baño poniéndose algo de ropa para ir a la cama. Tenia que averiguarlo.. volver a verle, y hacerle un par de preguntas.

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El apartamento estaba completamente a oscuras; realmente levemente iluminado con al luz de la mesita de noche. Se mantuvo sentado en la cama mientras miraba esa piedra que se habia acabado de romper. ¡Ese tipo vestido de calabaza era un completo idiota! no le conocia, pero podia jurar que ya le odiaba. 

-Calabaza idiota..- murmuró sin dejar de mirar la piedra.. llamando igualmente "idiota" a ese niño que no habia cumplido su promesa. 

Se levantó de la cama con toda la intención de tirar la piedra. ¿Para qué la queria ya? solo era una tonteria, un recuerdo del que debia deshacerse. Pero no pudo. Tegoshi apretó la piedra entre sus dedos llevandola cerca de su pecho; despues de todo, era un recuerdo que queria conservar junto a todas esas fotos y algun que otro objeto de sus padres.

Dejó la piedra en la cajita, junto a esa foto de él y ese niño cuando apenas tenian 6 y 7 años. Fue a cerrar la caja, pero se detuvo observando más detenidamente la foto.. esos ojos, esa sonrisa.. por algun motivo se le vino a la cabeza ese muchacho vestido de calabaza.

-Qué tontería.- cerró la caja enfadado y se volvió a la cama, ese niño no aparecería, seguramente, ni se acordaría de él tras 20 años.

****************** 

Tocaron a la puerta de forma insistente; ¡solo eran las 11 de la mañana después de una fiesta de Halloween! ¿quien llamaba a esas horas?

-Koyama~~ llaman a la puerta..- murmuró Shige medio dormido y con todo el maquillaje de vampiro pegado en las sabanas..

-Lo se, lo se.. - se levantó de la cama buscando algo de ropa, se revolvió el pelo, y fue a abrir. -¿quien demonios es?- y para su sorpresa, cuando abrió la puerta, el compañero de piso de su novio estaba alli.. -¿Massu?- le llamó con toda confianza.. pero Masuda ni siquiera se preocupó por eso.

-¡Necesito preguntarte algo!- 

-¿Eh? está bien.. pasa...- no pudo negarle ante aquella expresión decidida por parte de Massu. -está algo desordenado, tocará recoger luego..- rió algo nervioso ante el desorden de su casa tras la fiesta.

-Koyama.. ¿quien era?- Kato salió del dormitorio en ropa interior, adormilado.. pero al ver a Massu allí, se cubrió rápidamente.

-Eh... lo siento.. creo que vengo en mal momento..- se sonrojó al ver que ambos habían pasado la noche juntos.. aunque lo cierto es que no había oído a Kato llegar a casa a pesar de haber pasado más de media noche en vela.. 

-No te preocupes, cuéntame, ¿que necesitas preguntarme?- le sonrió amablemente.

-Veras, es sobre.. ese chico.. tu vecino..- le dijo algo serio.

-¿Eh? ¿aun insistes en que se disculpe contigo? será mejor que dejes las cosas como estan.- le advirtió el mayor mientras Masuda negaba con la cabeza.

-No, no.. es que necesito saber su nombre.- cierto, nadie les habia presentado.. y la situación no habia sido como para eso.

-¿¿Su nombre?? Nagisa... Yuma Nagisa..   ¿por qué lo preguntas?-

-¿¿Nagisa??- se quedó pensándolo.. no era el mismo nombre que el de ese niño.. 

-¿Pasa algo con eso?- le preguntó Shige al ver a su compañero algo decaído.

-No.. nada.. solo quería saberlo.- sonrió algo forzado; ¡claro que no era ese niño! no era tan fácil dar con él. -bueno, siento haber interrumpido.. será mejor que me marche ya.- fue a levantarse, pero Koyama le detuvo.

-¡Espera! prepararé café, ya que has venido hasta aquí podemos desayunar ¿no?- 

-Gracias pero.. tengo algo que hacer.- acabó levantándose, y rápidamente fue hacia la puerta.

-¿Qué le pasa?- preguntó Keiichiro algo extrañado.

-No lo se.. aun no le conozco tanto como para eso.. pero...- por un momento se quedó pensando en las palabras que Massu le había dicho una vez... -¿y si cree que ese chico puede ser.. esa persona a la que busca?- se dijo a si mismo ante la mirada confundida de Koyama. -bueno, mejor vamos a desayunar, ¿y ese café?- preguntó sonriendo a su novio quien suspiró resignado yendo a preparar el desayuno.

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Habia pasado todo el día en la ciudad.. caminando, paseando, viendo escaparates y buscando una forma de relajarse haciendo algunas compras. Lo había conseguido, pero aun así, ese chico no se iba de su cabeza.

El nombre no coincidía para nada.. tampoco el apellido.. aun asi, creía recordar a alguien de su infancia llamado "Nagisa", una mujer.. ¿pero quien?

-Soy un tonto.- se dijo a si mismo.

¿Como pretendía encontrar a ese niño? ¡Tokio era enorme! y lo mismo él ni siquiera vivia ya alli.. pero ese muchacho le recordaba tanto a ese pequeño niño.. ¡y ademas estaba aquella piedra! el chico parecía tenerle un cariño especial.

Quizás lo mejor era darse por vencido y volver a Los Ángeles con su familia. Aunque Shige era muy buena persona, y había conseguido un trabajo incluso, se hacia demasiado duro volver a un lugar en el que realmente no tenia a nadie, aquello le hacia sentir triste.

Massu se detuvo frente a un escaparate que le llamó la atención. Era una pequeña tienda de complementos hechos con piedras.. y justo allí, en el escaparate, vio un colgante con una muy parecida a la de ese chico.

Entró sin dudarlo, y al rato, salió de allí con una pequeña bolsita en sus manos. Si, esa seria una forma de disculparse con ese chico, y de paso, de volverle a ver.. 

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 Habia sido un duro día de trabajo para Tegoshi... apenas había dormido esa noche tras la fiesta de disfraces.. y sin importar que fuera el día de los santos, había tenido que ir a trabajar. Aun así,  nada más acabar el trabajo, fue a visitar la tumba de sus padres; siempre lo hacia 2 veces al año.. ese día, y el del aniversario de su muerte. 

Siempre se pasaba allí como una hora, sentado sin pensar en nada.. solo mirando el lugar, de algún modo llorando aquella perdida que le marcó la vida para siempre. Aun así, nunca había llorado por sus padres frente a nadie.. realmente nadie le había visto llorar desde entonces, pero la noche anterior, cuando esa piedra se rompió, estuvo a punto de hacerlo frente a ese desconocido.

No queria volver a verle, ¡le odiaba! ese chico se habia interpuesto en su vida solo para hacérsela un poquito más complicada.. pero al menos tenia la esperanza de no volverse a encontrar con él.

Llegó a casa, y nada más subió las escaleras, sacó las llaves para abrir.. pero entonces chocó contra alguien que iba de salida...

-Lo siento.- se disculpó agachándose a recoger la llave, pero alguien más se agachó junto a él.

-Aqui tienes..- Massu le extendió las llaves con una sonrisa tranquila.. y cuando Tegoshi le vio, se levantó de un salto alejándose de él.

-¿Qué haces tu aquí?- le preguntó poniéndose a la defensiva.

-Yo.. bueno, venia a verte..- ante la confesión de Masuda, ambos se quedaron en silencio..

Massu había ido a visitarle esa noche, después de comprar esa piedra que había pensado darle a modo de disculpa por romper la de ese chico. Había tocado a la puerta, pero nadie abría.. cuando pensó que realmente ese muchacho no estaba en casa, fue cuando se dio media vuelta para marcharse.. pero entonces, chocó precisamente con él que llegaba..

-No tienes que venir a verme, ¿qué eres? ¿un acosador?- se giró y metió la llave en la cerradura para abrir, entrar, y librarse de ese pervertido cuanto antes.

-¿Eh? ¡no! ¡claro que no soy un acosador! solo había venido a.. disculparme..- le dijo algo avergonzado, y entonces Yuya se volvió a mirarle.

-¿A disculparte?- le miró algo receloso, y Massu solo asintió. 

-Por lo de anoche.. por confundirte con una chica y por.. romper esa piedra.- cuando mencionó aquello, Tegoshi volvió a ponerse a la defensiva. -he.. comprado otra para ti..- le extendió la bolsita, de algún modo, esa mirada le recordó nuevamente a aquel niño... tanto, que no pudo evitar mirarle fijamente.. 

El más joven se quedó mirándole sorprendido, viendo esa bolsita.. y cuando la cogió entre sus manos y la abrió, vio aquel otro colgante con una piedra color ámbar, de un tamaño más grande que la suya, completamente nueva y brillante.. 

-No tienes que hacer esto, solo era una piedra vieja.- le devolvió el regalo, y cuando fue a entrar, Massu le detuvo.

-¡Espera!- le tomó de la muñeca, y la mirada de Yuya sobre él, se volvió completamente desafiante. -anoche.. no parecia que fuera una simple piedra.. parecía que tuviera un valor para ti.- sintió su propio corazón acelerarse al estar tan cerca de él..  y por un momento deseó que ese muchacho fuera ese niño. 

-No es asi...- Tegoshi desvió la mirada, por algún motivo, esa mirada le recordó a alguien.. a ese niño que le había dado aquella piedra...

-Aun así.. aunque no lo quieras aceptar, déjame empezar de nuevo.- aflojó el agarre, y cuando Tegoshi le volvió a mirar, Massu le sonrió amablemente. -me llamo Massuda Takahisa, pero todos me llaman Massu.- se presentó cordialmente, pero al decir aquello, los ojos de Yuya se abrieron de par en par... 



continuará...

Hola, por fin esta aqui el capitulo 4.. y es que aunque acabé de escribirlo el domingo pasado, esta semana ha sido horrible con el trabajo y sin dia de descanso, asi que no he podido corregirlo hasta ahora (00:45 de la noche hora española) pero aqui está.. por fin el capitulo 4 que tanto me ha gustado escribir.. parece que ya se pone interesante, ahora Tegoshi sabe que el "chico calabaza" es Massu, pero Massu aun no sabe que él es Tegoshi.. habrá que ver como sigue el siguiente capitulo ^^

Gracias a todas las que habeis leido y comentado, no teneis ni idea de lo que anima eso a escribir cuando no se tiempo libre para nada -_- asi que mañana mismo empezare el capitulo 5 a ver si con suerte lo tengo para el domingo siguiente.. asi que espero vuestros comentarios a ver que tal os parece como va el fic.. muchas gracias de nuevo! y hasta el siguiente.