jueves, 18 de octubre de 2012

El viaje que nos dió la oportunidad de dar el primer paso... (Parte 1)

Pues aqui un fic más, este fue mi primer Koyashige, lo escribí hace más de dos años, basandome en una entrevita que leí hace un tiempo tambien en la que hablaban sobre ese viaje, asi que varias cositas ocurrieron en realidad ^^ como eso de tener que compartir una cama de matrimonio.. bueno no cuento más, a leer  ^^  ah si, seran dos partes ^^



Autor: Saiikeiilove
Resumen: Koyama y Shige van de viaje a NY para hacer las fotos para el pamphlet del proximo butai de Koyama "Call" una vez alli les tocará compartir algo más que una habitación de hotel, lo que hará que los sentimientos salgan a la luz.
Pareja: Koyashige
Genero: comedia, Romantico
Advertencia: lemon


Parte 1




Ya había comenzado a hacer su equipaje...

Desde que Shige supo de aquel viaje que haría a New York junto a Koyama, no había podido dejar de pensar en aquellos días que ambos pasarían juntos; de nuevo de viaje como ya habían hecho más de una vez, solo que esta vez era un poco diferente...

Keiichiro lo había avisado casi de prisas unos días antes; diciéndole que quería ir a NY para realizar las fotos para libreto del que seria su próximo butai “Call”. Claro que esas fotos no podía hacerlas otro más que Kato...

Todo estaba bien hasta ahí... justo hasta que su buen amigo se había vuelto medio loco buscando alojamiento en algún hotel de aquella ciudad, siendo el único que encontró, una habitación de matrimonio con una sola cama que tendrían que compartir.

Aquello ponía a Shige un tanto nervioso... ¡esa seria la primera vez que dormirían juntos! Incluso aquella vez durante uno de los tour de News, Koyama no quiso compartir aquella enorme cama con él... claro que el castigo del rubio fue tener que usar la camita supletoria que tenían en la habitación... ¿qué mal podía haberle hecho a Koyama dormir con su mejor amigo? ¡No se lo iba a comer! Al menos no literalmente...

Acabó de hacer su maleta, y con una amplia sonrisa, fue directo a preparar su mejor cámara de fotos.

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Las 11am y Koyama entraba por las puertas del aeropuerto de Narita.

Ni siquiera se quitó las gafas de sol; solo siguió escuchando su reproductor de música mientras se acomodaba todo lo que podía en aquellos incómodos sillones. Shige debía estar al llegar...

Estaba tan distraído jugando con los anillos de sus dedos que solo se dio cuenta de la presencia de su mejor amigo cuando reconoció los zapatos de este bajo su mirada.

Sonrió y fue poco a poco alzando la mirada hasta encontrarse con el rostro de Shige, sonriéndole esta vez ampliamente.

-Shige, por fin llegas, llevo un buen rato esperándote, eres un lento.- protestó fingidamente; quería hacerlo enfadar un poco.

-Y tu un mentiroso. Acabo de verte entrar.- sonrió triunfante, le había pillado la mentira. -pero ibas tan metido en tu mundo que ni me has oído llamarte.- Shige se sentó junto al rubio, dejando la maleta a sus pies.

-Podías haberme llamado más fuerte, como si fueras una fan histérica.- rió divertido.

-Si, y entonces ahora mismo estaríamos rodeados de chicas dispuestas a hacer este viaje con nosotros....-

-Exageras mucho Kato-san.- ambos rieron, bromeando un poco más a cuenta de lo histéricas que podían llegar a ser las fans…

Tras mirar de nuevo la hora, fueron a facturar su equipaje. El avión saldría de un momento a otro y aun quedaba un viaje de varias horas hasta llegar a su destino.

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Tras varias horas de viaje y el cambio horario, llegaron al hotel donde se hospedarían. La habitación era bastante amplia, bonitas vistas, aunque con una sola cama...

Prefirieron no darle mayor importancia a eso, y tras dejar allí sus maletas, salieron del hotel para pasar su primer día en NY.

-¡Al Central Park!- gritó Koyama nada más salir a la calle.

-Hai, hai.- Shige abrió el mapa. –ahora mismo estamos aquí.- señaló un punto en el mapa; concretamente la situación del hotel. –así que para llegar al Central Park tenemos que seguir esa dirección.- le explicó al rubio, pero cuando se dio cuenta, este ya estaba preguntándole a alguien.

-“Zankiu”- agradeció a la mujer y acudió de nuevo a Shige. –esa mujer ha indicado por allí.- el rubio señaló justo la dirección donde su amigo había señalado anteriormente.

-¿No me digas?- preguntó con cierta burla... aun así, era asombroso que nada más llegar y sin apenas idea de ingles, Koyama ya estuviera preguntando a la gente.

Ambos se dirigieron al primer punto a visitar; el Central Parck. Unas horas allí, y decidieron ir cada uno por su lado; Kato deseaba ver el museo Moma, mientras Koyama, prefería quedarse en aquel mismo lugar tomando té en alguna cafetería.

Tras varias horas, el punto de encuentro acordado entre ambos seria la famosa Tiffany’s... el único problema era que estaba mucho más lejos de lo que habían pensado en un principio..

-//Tiffany’s está más lejos de lo que pensaba, mejor vente en taxi//-

Koyama leyó aquel mensaje que Shige la acaba de enviar. Así que estaba más lejos de lo esperado... aquello realmente no le importó. El día estaba demasiado bueno y Keiichiro se sentía realmente excitado por estar en NY... así que prefirió ir andando por muy lejos que estuviera el lugar.

-Demasiado lejos...- tomó aire cuando consiguió llegar después de no sabia cuanto tiempo caminando.

Miró el escaparate de tan famosa joyería, podría entrar... pero estaba demasiado cansado. Un nuevo mensaje… al parecer Shige se encontraba lejos aun, tardaría.

-//Kato-san me vuelvo al hotel, estaba más lejos de lo esperado, ¡te veo allí!//- tras enviarlo, solo se le ocurrió pedir un taxi e ir directamente al hotel.

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-Este Koyama...- Kato guardó el móvil tras ver el mensaje.

Suspiró resignado y se dio media vuelta dispuesto a pedir un taxi para llegar al hotel y encontrarse allí con el baka de su amigo.

Se bajó justo en la puerta del hotel. Había anochecido y realmente estaba cansado por tanto andar todas aquellas avenidas que en el mapa parecían mucho más cercanas.

-Tadaima...- anunció al llegar, cerrando la puerta tras de si.

-Okaeri.- el rubio sonrió ampliamente mientras acomodaba sus cosas en el armario. –¿te has divertido? ¿Que tal el Mamo?-

-Es Moma, no Mamo.- le corrigió yendo a sentarse en el sofá. –bien, ha sido muy interesante, lastima que no vinieras Keii.-

-Creo que me he divertido más mientras tomaba café escuchando a Madonna y viendo pasar a chicas bonitas.- el rubio dejó escapar una risita que fue acompañada por una sonrisa por parte de su amigo.

-Seguro que tu día fue más interesante que el mío...- comentó con cierto tono irónico. –pero ahora lo que realmente quiero es dormir.- dormir.. Shige cayó en algo y se levantó casi de un salto. –no conseguiste que cambiaran la habitación a una con dos camas ¿ne?- el rubio solo negó en respuesta.

Ambos se habían quedado de pie como tontos frente a la cama; mirándola... seguramente pensando la misma cosa...

-¿De verdad tenemos que dormir juntos?- preguntó finalmente Koyama sin siquiera mirar a Shige.

-Hai...- respondió el más joven. –me pido el lado derecho.- fue a dejar sus cosas a ese lado pero Koyama lo detuvo.

-¿Donde vas tan deprisa?- lo sujetó de la camiseta, impidiendo que Kato se moviera. –nadie ha dicho que vayamos a compartir la cama.- le dijo serio, Shige suspiró en respuesta.

-Koyama, ¿quieres explicarme que tiene de malo que durmamos en la misma cama? ¡Hace años que nos conocemos!- no le veía la lógica a esa negación por compartir la cama con él... –no voy a comerte, por si eso es lo que te asusta.- aquello ya comenzaba a molestarle.

-Ya lo se... pero no quiero despertarme cuando este encima tuya abrazándote.- el rubio se sonrojó un poco; ya le había dicho a Shige más de una vez que se movía mucho durmiendo y tendía a abrazar todo lo que se le pusiera por delante.

-¿Y?- Shige alzó una ceja, ¿que tenia de malo? ¿O es que a caso Koyama se lo iba a comer a él?

-¿Como que “y”?- ahora estaba sorprendido.. Shige se lo estaba tomando todo demasiado tranquilo. –¡seria muy embarazoso despertar con mi cara pegada a la tuya!- Keiichiro se cubrió el rostro con ambas manos en un gesto dramático, avergonzado incluso. -¿Que tal si nuestros labios se rozan?- preguntó mirando a su amigo de reojo, acabando por fruncir el ceño ante aquella posibilidad.

Shige se sonrojó con aquel estúpido comentario. ¿Por qué iban a unirse sus labios? Vale que Koyama se moviera en la cama, ¡eso ya lo sabia! ¡También sabia que roncaba! Pero ni mucho menos tenía que ocurrir eso que él estaba diciendo.

-Esta bien...- suspiró cansado, viendo como el rubio sonreía. –si no quieres dormir conmigo, entonces apáñatelas como puedas, yo me voy a la cama.- le dijo enfadado, ya le había tocado las narices con el dichoso miedo a compartir una simple cama.

-Shige-chan~- lloriqueó cuando su amigo lo ignoró yendo directo a ponerse el pijama.

-Ya te lo he dicho Koyama.- se volvió a mirarlo. –o te dejas de tonterías y duermes en esta enorme cama conmigo, o te vas al sofá... ya te lo hice una vez, seria capaz de hacerlo una segunda.- le advirtió... aunque la vez pasada, el rubio había podido dormir en una cama supletoria y no en el sofá... –tu eliges.- el más joven siguió poniéndose el pijama.

Kato sonrió sutilmente cuando sintió como el otro lado de la cama se hundía y el suyo se levantaba un poquito. Miró a Koyama; se había sentado en el lado izquierdo y ahora también andaba desnudándose... rápidamente apartó la mirada ligeramente sonrojado.

-Etto.. dormiremos juntos.- susurró el mayor de ambos mientras dejaba su torso al descubierto. –¡voy a la ducha antes de dormir!- se levantó de la cama, y rápidamente se metió al baño.

Shige suspiró; quizás realmente no era tan buena idea dormir en la misma cama con Koyama... aunque una tonta sonrisita se había dibujado en sus labios.


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Salió de la ducha secándose el cabello con una toalla. Media hora dejando que le agua recorriera todo su cuerpo y ahora se sentía como nuevo.

-Ya he acabado, Shige vas a...- se detuvo en seco y sus ojitos se iluminaron al ver comida en la habitación. –¡wooooooo! ¿Y todo esto?- rápidamente se acercó a la mesita junto al sofá, mirando todo lo que tenían aquellas dos bandejas.

-Hemos caminado mucho hoy, así que he pensado que tu también tendrías hambre.- Shige sonrió ampliamente. –por eso he pedido que nos traigan la cena.-

-¡Suuuuuugeeeeeeee!- dejó caer la toalla sobre sus hombros desnudos y se sentó junto a su amigo. –¡ittadakimasu!-

-Ittadakimasu.- ambos comenzaron a comer.

-¡Esta delicioso! No se lo que es pero esta delicioso.- el mayor de ambos seguía comiendo un poco de todo hasta que se detuvo para mirar seriamente a Kato. –no habrás puesto la cuenta a mi nombre ¿ne?- se acercó al más joven y este solo sonrió.

-Está a nombre de la habitación, ósea, si, está a tu nombre.- Shige siguió comiendo, riendo al ver que en ese momento a su amigo parecía habérsele quitado las ganas de seguir degustando aquella suculenta cena. –pero no te preocupes por eso, lo pagaremos a medias.- en un gesto despreocupado le dio un par de golpecitos en el hombro.

En un rato acabaron de cenar; el servicio de habitaciones había retirado las bandejas y ahora ambos estaban llenos y relajados.

-Hora de dormir, ¿no crees?- el más joven de ambos se volvió a mirar a Koyama; este parecía nervioso por algo. –¿Keii?- lo llamó, captando finalmente la atención del rubio.

-Hai, hora de dormir.- sonrió lo más ampliamente que pudo, pero antes de meterse entre las sabanas, echó un nuevo vistazo a la cama. –Shige-chan... ¿crees que será buena idea que... durmamos juntos?- lo miró de reojo mientras golpeaba sus deditos índice entre si.

-Ya esta bien Koyama, déjate de tonterías y ven a la cama.- Kato dio un par de palmadas a la cama; él ya estaba dentro.

Keiichiro suspiró, tomó una profunda bocanada de aire y destapó su lado de la cama consiguiendo al menos sentarse en ella. Mientras tanto, Shige solo lo miraba un poco fastidiado… ¿por qué demonios actuaba así de baka? ¿Por qué no quería dormir precisamente con él? Sonrió cuando su amigo consiguió meterse en la cama; tapándose casi hasta las orejas y quedándose totalmente estático, tenso.

-Nee... ¿vas a dormir sin moverte?- le preguntó con una risita burlona, pero enseguida se sonrojó cuando Koyama volvió la cara hacia él, mirándole.

Se estaban mirando de cerca, en aquella cama... por un momento Kato sintió como el corazón se le aceleraba un poquito.

-¿No es raro?- preguntó sin dejar de mirar a Shige, provocando como respuesta una expresión de confusión por parte del más joven. –es raro que nos veamos cara a cara estando en la cama.- rápidamente se cubrió el rostro con las sabanas, evitando así el contacto visual entre ambos.

-Hai... es raro...- susurró Kato, siendo él esta vez quien apartó la mirada.

El más joven miró de nuevo a su amigo; ahora sus rasgados ojitos se dejaban ver sobre las sabanas. Koyama tenia razón; seria raro e incluso un poco incomodo dormir así toda la noche, y ciertamente no había necesidad de ello. Estuvo a punto de levantarse e irse al sofá, cuando Koyama de un salto se levantó, colocando varias almohadas entre los rostros de ambos.

-¿Qué haces?- le preguntó incorporándose para mirarlo.

-De esta forma no nos veremos directamente y no será tan raro ¿ne?- el rubio sonrió tan infantil que Shige solo pudo devolverle la sonrisa. –ahora si podemos dormir juntos.- le guiñó un ojo a su mejor amigo, y entonces si se acomodó en su lado de la cama.

Shige no dijo nada, pero aquella quizás si había sido buena idea... que la almohada durase o no, eso ya era tema aparte. Por lo pronto se acomodó, boca arriba, mirando al techo... y antes de que Koyama pudiera dormirse le habló.

-Koyama... ¿no quieres dormir conmigo por lo que pasó cuando éramos Juniors?- silencio... eso apuntaba un “si”. –no te preocupes por eso, eran cosas de crios y no hay que darle mayor importancia.- Kato se giró al lado contrario, tapándose bien e intentado no pensar en aquello.

Sintió a Shige moverse, seguramente acurrucarse. Koyama suspiró pesadamente. Así que a Shige tampoco se le había olvidado aquello ¿no? Su amigo tenia razón; no había que darle mayor importancia... aquello fue algo que ocurrió cuando eran apenas unos crios. Pero... en realidad, para él si que había tenido importancia. Cerró los ojos y acabó quedándose dormido.

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Un nuevo día había amanecido, y ya desde temprano, Koyama andaba despierto arreglándose, completamente dispuesto a seguir visitando NY.

-Shige ya es hora de que te levantes, hay mucho por hacer hoy.- le dijo parándose justo frente al moreno y destapándolo un poco.

Kato solo farfulló algo entre dientes y se dio media vuelta en la cama, ocultándose de su amigo que había comenzado a zarandearlo repitiendo su nombre una y otra vez.

-¿Quieres dejar de hacer eso?- protestó optando finalmente por incorporarse.

Bostezó, se restregó los ojos suavemente y enfocó su mirada en aquel chico rubio que se hacia llamar su mejor amigo y que no dejaba de darle lata para que se levantase de una buena vez.

-Ya pensaba que tendría que buscar otra forma de despertarte.- sonrió ampliamente el mayor de ambos, de una forma casi traviesa.

Ante aquella sonrisa, Shige no pudo evitar sonrojarse y desviar la mirada a otro lugar con cierto disimulo. Al menos habían conseguido sobrevivir a esa noche con almohadas de por medio y sin contratiempo alguno.

-¿Shige? ¡Shigeeeeeeeee!- Koyama lo llamó pasando una mano antes sus ojos cuando el menor se mostró distraído.

-¡Koyama no hagas eso! ¡Me has asustado!-

-Es para que espabiles, aun andas dormido creo.- el mayor siguió arreglándose, esta vez un poco el cabello mientras se miraba al espejo del armario.

-Ya voy, pesado...- Kato suspiró pesadamente y acabó por levantarse.

Se estiró bien y miró a Koyama un momento. Su amigo parecía lleno de energía desde tan temprano... claro que no era para menos; estaban en New York y ese día comenzarían con las fotos para el panfleto de su butai.

Un buen desayuno estilo americano, un plano de la ciudad, la mejor de las cámaras fotográficas de Kato-san, y a recorrer NY...

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-¿Las tienes ya?- demasiado impaciente... y una nueva mirada de advertencia por parte del más joven hacia él.

-Koyama te he dicho que le quedan dos minutos.- suspiró, volviendo de nuevo la mirada a la pantalla del ordenador portátil.

Se les había hecho de noche, y tras cenar, habían vuelto al hotel. Un día bastante aprovechado entre comida, visita a algunos lugares y sesión fotográfica.

Ahora Shige se dedicaba a pasar al portátil las fotos que había conseguido hacer ese día... mientras, un impaciente Koyama no dejaba de hablar sobre como habrían quedado.

-Seguro que son geniales, eres el mejor haciendo fotos Shige, y yo soy un genial modelo.- se rió divertido, arrancando una amplia sonrisa por parte del moreno.

-Cierto, no podría tener mejor modelo que tu.- lo admitió y sus miradas se cruzaron.

Por un momento el ambiente se sintió algo incomodo, diferente... ese cruce de miradas había sido quizás demasiado especial para un par de amigos.

-¿Están ya?- preguntó Keiichiro en un tono de voz calmado, volviendo la mirada al ordenador.

-Si, parece que ya están.- Kato hizo exactamente lo mismo, ocultando así el hecho de que se había exaltado ante la cercanía del rubio cuando este se inclinó un poco sobre él.

Aquello le venia pasando desde hacia tiempo. Siempre tan unidos; saliendo juntos, viajando juntos, trabajando juntos… siempre tan cercanos como amigos. Eso eran; solo amigos. Kato sonrió con cierta ironía bajo aquel sentimiento que mantenía oculto... pero el grito del mayor lo sacó de sus pensamientos.

-¡¡Sugeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee Kato-san!!- gritó al ver la primera foto.

-Espera, veamos las demás.- Shige sonrió y comenzó a pasar las fotos, riendo con la actitud infantilmente emocionada del rubio. –¿qué dices? ¿te gustan?- le peguntó en parte satisfecho por su trabajo, pero era Koyama quien debía decidir que fotos quería usar.

-¿Estas de broma? ¡Son geniales! No sabré cuales escoger.- llevó su mano al ratón, rozando accidentalmente la de Shige.

El más joven simplemente se sonrojó al sentir como Koyama casi recargaba su peso en él; una mano del mayor en su hombro, y la otra manejaba la flechita que pasaba las fotos de nuevo. Comenzó a sentirse algo nervioso cuando cayó en la cuenta de que se había quedado embobado mirando a Koyama.

-Vamos Keii, aun tenemos muchas fotos que hacer.- se levantó, tomando aire; necesitaba un poco de espacio entre ambos. –cuando haga el resto decidiremos cuales usar.- comenzó a quitarse la camiseta, los pantalones incluso... –iré a la ducha, estoy cansado y quiero dormir.- le dijo mientras caminaba hacia el baño.

-¿Ah dormir? ¿Ya?- dejó de jugar con el ordenador y su mirada se centró en Shige, quizás demasiado cuando recorrió la espalda de su mejor amigo. –ok... a dormir... será lo mejor.- apartó la mirada, realmente mirándole esta vez de reojo.

Cuando Shige se metió al baño, Koyama simplemente fue a tumbarse en la cama. Su mirada perdida en el techo y ambas manos sobre su vientre. ¿Qué demonios le estaba pasando? Creía que tenía controlado esos sentimientos, que podría seguir guardándoselos para él solo y seguir tratando a Shige como siempre lo había hecho. Pero últimamente era difícil estar cerca de él sin querer un poco más de contacto, sin pensar en la posibilidad de un beso.

Se sonrojó y cubrió su rostro con ambas manos solo con ese pensamiento. Llevaba años queriendo a Shige de esa forma; enamorado de él... ¡y el muy baka ni se daba cuenta! Claro que el mismo Keiichiro se empeñaba en no hacerle demasiado caso a ese sentimiento... y mucho menos dejárselo ver a su amigo.

Simplemente se quedó allí pensando, quedándose dormido... lo supo cuando al abrir los ojos, tenia el rostro de Shige algo cercano al suyo, llamándolo, dejándole ver esos labios que se moría por probar una vez más; como cuando eran crios y “aquello” ocurrió entre ambos.

-Keii despierta.- lo llamó una vez más, parecía como si al rubio le costara despertar.

En un momento, sus rostros demasiado cercanos... ambos sonrojados y aquella cercanía rota cuando de un salto, el mayor de ambos quedó sentado en la cama.

-¿Estas bien?- Kato lo miró extrañado ¿por qué había saltado así? ¿una pesadilla?

-Hai... gomen ne Shige-chan, me quedé dormido.- sonrió suavemente mientras se revolvía el cabello despeinándolo un poco más de lo que ya estaba.

-Eso ya lo veo.- el moreno comenzó a apilar las almohadas entre ambos; sería la segunda noche durmiendo juntos.

-¿Vamos... a dormir juntos también esta noche?- ante la pregunta, Kato lo miró confundido.

-¿A ti qué te parece?- le preguntó bajo una risita, la respuesta era obvia.

-Que si...-

-¿Entonces para que preguntas?- acabó de acomodar las almohadas y se metió entre las sabanas.

Keiichiro no respondió, solo fue a cambiarse de ropa; algo cómodo para dormir como siempre solía usar. Suspiró pesadamente y se metió a su lado de la cama.

-Oyasumi Shige-chan.-

-Oyasumi...-

******************************************************

Los días en NY habían ido pasando. Salidas por la cuidad, comidas en distintos lugares así como en los numerosos puestos ambulantes... la típica coronita de la estatua de la libertad sobre sus cabezas y la sesión de fotos aparentemente finalizada.

Habían sido en total seis días bastante intensos, divertidos y cansados. Pero había merecido la pena. Así como las cuatro noches que habían compartido no solo habitación; si no también cama...

Esa misma mañana habían amanecido prácticamente abrazados; más bien había sido Koyama quien salteando las almohadas, había logrado hacerse un hueco junto a Shige, acorralándolo justo al borde de la cama y evitando así que el más joven pudiera moverse.

Algún que otro encuentro entre sus pies en noches anteriores, descubrimientos como que Shige hablaba en sueños o daba pequeños saltitos como cada dos horas... aparte de que evidentemente como ya el moreno sabia, Koyama se pasaba la noche roncando. Aun así, no había ido del todo mal.

Y entonces, tras un día realmente agotador, habían vuelto al hotel a pasar la ultima de las noches antes de volver a Japón al día siguiente.

-Me siento pesado...- lloriqueó el rubio tumbado boca arriba en la cama.

-Eso te pasa por comer tanta pizza.- Shige guardó la cámara tras pasar las ultimas fotos al ordenador. –Koyama ven a ver esto, ya están todas.- sonrió mientras seleccionaba la carpeta donde estaban las fotos.

-Voy...- con desgana consiguió incorporarse; al menos Shige estaba sentado a su lado en la cama... no tendría que ir muy lejos.

-Deja de quejarte, pareces una nena.- bromeó el más joven ante la mirada lastimera de su mejor amigo. –mira...- giró el portátil hacia Keiichiro; las fotos comenzaron a pasar desde la primera hasta la ultima. –¿qué te parecen?-

-Geniales.- le dijo serio, sin apartar la mirada de las fotos, apoyando su cabeza sobre el hombro del moreno.

Shige lo miró de reojo ¿tan mal se sentía? ¡Es que el muy baka había comido porciones de pizza a cada momento!

-Nee Keii, ¿tan mal te sientes?- le preguntó a la vez que tocaba su frente por si tenia fiebre; pero estaba fresquita.

-No, pero se está bien así.- Koyama sonrió, dedicando una mirada traviesa a su amigo.

Shige suspiró resignado quedándose allí, en aquella postura, mientras seguían mirando las fotos.

-Me gusta ésta, la incluiremos en el panfleto.- señaló una de las fotos en la que Koyama aparecía en mitad de la carretera. –quedará genial si le doy algunas tonalidades sepia.-

-A mi me gusta esta.- el mayor puso un dedo sobre la pantalla, señalando una en la que salía con aquella corona de estatua de la libertad.

-¿Esa? Pero hay fotos mejores.-

-Yo quiero esa.-

-Tu ganas.- ante la derrota de su amigo y su propia victoria, Koyama sonrió.

Se mantuvieron en silencio un rato, mirando de nuevo las fotos... ambos se sentían bien con aquella cercanía; era agradable... lo fue hasta que Koyama rompió el silencio.

-Nee Shige... me gustan los chicos.- ante aquella importante e inesperada confesión, Kato no pudo evitar mirarlo con sorpresa. –¿no vas a decir nada?- preguntó ante el silencio por parte del mas joven.

-Ah... debería decir... ¿me alegro?- si, quizás en el fondo realmente si se alegraba, pero aquello era tan inesperado...

¿A Koyama le gustaban los chicos? ¿Pero desde cuando? Ah si… quizás desde aquel día... pero él había dicho “los chicos”, en general... no había dicho “me gustas tu”.

-¿Te alegras?- sin dejar de apoyar la cabeza en el hombro del más joven, el rubio alzó la mirada.

-Yo... ¡no he dicho que me alegre! ¡He preguntado si debería decir eso!- se defendió notablemente ruborizado.

Kato había comenzado a ponerse nervioso, tanto que se levantó haciendo que Keiichiro cayera tumbado hacia su lado de la cama.

El rubio se empezó a reír cuando lo vio sonrojado, nervioso e incluso confundido. ¿Shige se sentía incomodo si le confesaba algo así? Koyama se puso de rodillas en la cama y se acercó a Shige, abrazándolo desde atrás.

-Es broma.- le susurró al oído con cierto tono travieso.

-¿Broma?- Kato lo miró, y como respuesta, el mayor tan solo asintió con una sonría. –KOYAMAAAAAAAAAAAAA!- ¡iba a matarlo! ¡Esas bromas no se gastaban así! –deja de bromear con cosas así.- le regañó rompiendo el abrazo, tomando sus cosas y yendo hacia la puerta.

-¿Donde vas?-

-A que me den un masaje.- salió de la habitación un poco cabreado.

Koyama suspiró. Así que esa había sido la reacción de Shige ¿no? Solo un “¿debería alegrarme?” eso quería decir que no sentía lo mismo que él. Siendo así, no podría nunca decirle abiertamente que estaba enamorado de él desde crios.

Suspiró pesadamente una vez más, acabando por tumbarse en la cama mirando al techo...

 

Continuará...


Bueno, como este fic es antiguo y no tiene caso que haga esperar para la segunda parte, iré a subirla ahora ^^u  se de alguien que se va a alegrar mucho~~ y yo más cuando lea sus comentarios XD  poco a poco voy subiendo por fin todos mis fics a este blog ^^





2 comentarios:

  1. Ya vine a comentar xDD me ha gustado mucho esta primera parte. Pero estos ¿qué, son bakas? Ah, si son xDD yo quiero saber que fue eso que pasó cuando eran críos y que no deja a Keii dormir feliz.

    Ah pero es que me ha gustado, recuerdo también esa entrevista, me reí mucho con lo de la cama y hasta la foto que tomaron de cómo estaba dividida con las almohadas XD como para probarle al mundo -w- bah! Todos sabemos lo que en verdad pasó xD

    Me sorprendió mucho la parte en la que Keii le dice que le gustan los hombres, aunque tiene razón dijo "los hombres" más no "me gustas tu" pero es que era obvio Shige! Debiste haberte aventado a él antes de que cambiara de opinión xD pero noo~ te fuiste conmigo a que te diera el masajito -w- [es que yo trabajaba en el hotel xD]

    Aaah! Voy al tiro a leer la otra parte porque no se puede quedar así! xD [eso habría dicho si hubiera comentado al momento de leer pero no, así que ya sé xD de todas formas lo volveré a leer como la primera vez(?] xDD

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    1. XD asi que lo has leido! como siempre, me encantan tus comentarios ^^

      Tu leiste la entrevista verdad? entonces lo del fic te sonara XD lo de la cama es que fue un momento unico.. pobres! me rei un monton cuando lei que ya la ultima noche ni almohadas ni nada XDD asi que mi imaginación volo, y salio esto XD

      La parte en la que Keii le dice a Shige que le gustan los hombres, basicamente la escribi asi porque tuve un flash XD le vi perfectamente en mi cabeza, y como me resultó graciosa, la escribi ^^ ademas, fue una forma de Keii para tantear terreno ^^u pero al final Shige se fue a que le dieras el masaje no? mira que sabes XD

      y bueno, esperare a leer tu comentario sobre la otra parte, espero que te haya gustado el fic completo, y espero ponerme a escribir eso que paso cuando eran crios XD se lo debo a este fic!

      gracias una vez más, de verdad me animas ^^ nos vemos!

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